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Descubra qué son las probabilidades implícitas en el poker
En este artículo exploramos las probabilidades implícitas, por qué resultan útiles y en qué contextos aplicarlas para mejorar su juego.
Definición de probabilidades implícitas
En el poker, una forma de obtener beneficios es aprovechar los errores de sus rivales. Sin embargo, antes de entrar en acción, debe valorar si el riesgo compensa la inversión que hará.
Las probabilidades implícitas surgen al comparar el posible beneficio futuro de una mano con la cantidad que necesita para continuar en la apuesta.
Por ejemplo, imagine que enfrenta una subida pre-flop de 20 €. El rival que la realiza cuenta con 500 € detrás, y usted confía en ganar ese stack si completa su jugada. En ese caso, paga 20 € para aspirar a 500 €, lo que equivale a probabilidades implícitas de 500/20, es decir, 25 a 1.
No obstante, estas probabilidades solo tienen sentido en escenarios concretos, por lo que es necesario ser prudente.
Cuándo aplicar las probabilidades implícitas
Las probabilidades implícitas son especialmente útiles contra jugadores que tienden a pagar constantemente o contra jugadores que tienen un estilo de juego agresivo y que entran en muchas manos. En cambio, frente a oponentes conservadores o que juegan “tight”, la situación cambia, ya que se retirarán con mayor facilidad.
Además, si su jugada es demasiado evidente, perderá valor, reduciendo la eficacia de estas probabilidades. Los conectores del mismo palo y las parejas bajas suelen ser las mejores manos para sorprender y obtener rentabilidad gracias a las probabilidades implícitas.
Ejemplos prácticos
Ejemplo 1
Con ciegas de 2 €/4 €, abre pre-flop a 15 € con pareja de cincos. Su rival, un jugador tight, hace re-raise hasta 100 €. Usted iguala los 85 € extra, pensando en un valor implícito de 1.400:85, ya que el oponente tiene 1.400 € en fichas.
Sin embargo, si el rival lleva A-K o TT y no conecta en el flop, probablemente foldeará. En ese caso, en realidad paga 85 € para ganar un bote de apenas 121 €. Como las probabilidades de ligar un trío en el flop son de 7:1, y solo obtiene 1.4:1, la jugada no es rentable.
La situación sería distinta si tuviera la certeza de que el oponente apostará todas sus fichas post-flop con una mano fuerte.
Ejemplo 2
En una partida de 1 €/2 €, un jugador tight y predecible limpea en primeras posiciones. Usted, en el botón, sube a 10 € con 55. El rival responde con un re-raise a 25 €, que aclara el terreno sin ser demasiado elevado.
Dada la experiencia previa contra este oponente, sabe que probablemente lleva una pareja alta. Aunque recibe solo 2 a 1 para pagar pre-flop, si conecta su trío con un flop como 7-5-2, puede ganar hasta 15 veces esa inversión.
Aquí entran en juego las probabilidades implícitas, ya que la mano conserva un potencial oculto.
Ejemplo 3
En una mesa de 1 €/2 € no-limit Hold'em, usted está en el botón con 6♥ 7♥. Un jugador en primeras posiciones hace limp y usted sube a 8 €. El rival responde con un re-raise a 16 €, y usted paga.
El flop sale Q♣ 8♣ 2♥. El oponente apuesta y usted abandona, ya que el flop no mejora su mano. No necesita probabilidades implícitas para entender que no merece la pena continuar.
En cambio, si el flop hubiera sido Q♥ 8♣ 5♥, tendría tanto proyecto de escalera como de color, lo que justificaría un re-raise. Pero esa no fue la situación real.
En definitiva, las probabilidades implícitas son valiosas, pero siempre subordinadas al sentido común y aplicables únicamente en escenarios donde el riesgo post-flop esté bien compensado.