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Parejas en el poker: estrategias y trucos para jugarlas
Jugar con parejas en el poker puede parecer sencillo, pero en realidad es una de las manos más complejas de gestionar. A continuación, te explicamos cómo sacar el máximo provecho de ellas.
Probabilidades de conseguir una pareja
Las estadísticas son interesantes: la probabilidad de recibir una pareja como mano inicial es de aproximadamente 16 a 1. Sin embargo, si tu mano no empieza emparejada, tienes una de cada tres posibilidades de ligar una pareja en el flop.
Cómo jugar una pareja antes del flop
Una pareja fuerte, como ases, es una gran mano inicial. Lo ideal es protegerla con una subida contundente en el pre-flop. Así, mostrarás fuerza y limitarás el número de rivales que decidan igualar tu apuesta.
Después del flop
El flop puede cambiar el valor de tu pareja. Si las cartas comunes son bajas y no representan una amenaza (ejemplo: 10-6-3), una apuesta pequeña puede ayudarte a medir la reacción de los demás. Pero un flop como J-10-8 abre opciones para escaleras, y en esos casos conviene tener precaución.
Incluso con ases, puede que tengas que retirarte si la mesa favorece a tus oponentes. Hasta el flop tu mano es fuerte, pero en el turn y el river es probable que otros hayan mejorado.
El riesgo de las overcards
Una “overcard” es cualquier carta común que supere el valor de tu pareja. Por ejemplo, con reinas en mano, si en el flop aparece un rey o un as, corres peligro. La estrategia recomendada es apostar para obtener información: si alguien te sube, probablemente tenga la carta superior y conviene retirarse.
Parejas intermedias y bajas
Con parejas medias, como ochos, si el flop trae cartas bajas (ejemplo: 6-4-2), tu mano puede ser la mejor y merece la pena apostar más. Sin embargo, las parejas pequeñas suelen necesitar mejorar a un trío para ser realmente competitivas.
Un consejo: si eres el primero en apostar, prueba con una cantidad equivalente a dos tercios del bote. En caso de tener una mano sólida, puedes hacer un re-raise de unas 2,5 veces la apuesta previa. Si aún así suben, plantéate el all-in.
No olvides el peligro de los flops conectados o del mismo palo: pueden abrir la puerta a escaleras o colores. Si no tienes opciones de mejorar, lo mejor es retirarse.
La importancia de la pareja mayor
Una pareja mayor ocurre cuando una de tus cartas coincide con la carta más alta del flop. Ejemplo: con J-10-3 en la mesa, si tienes una jota, dominas la ronda. Aun así, no olvides que otro jugador también puede tener la misma carta.
Si antes del flop fuiste quien subió y nadie re-raiseó, puedes aprovechar para hacer una “apuesta de continuación”. Esta táctica suele funcionar entre el 80% y 90% de las veces, ya que fuerza a tus rivales a retirarse incluso sin mejorar tu mano.
Leer el juego de los oponentes
No basta con evaluar tu mano; debes considerar las posibles combinaciones de tus adversarios. Escaleras o colores son siempre amenazas potenciales. Si ves que tus rivales igualan apuestas grandes esperando la carta que necesitan, probablemente tengan un proyecto fuerte.
En caso de contar con una mano que te dé muchas posibilidades, como Q♣ J♣ frente a un flop 10♣ 9♣ 2, entonces sí tienes opciones de seguir apostando con confianza, ya que podrías completar escalera o color.
Las parejas en el poker requieren atención y estrategia. Saber cuándo apostar fuerte, cuándo medir la reacción de tus rivales y cuándo retirarte marcará la diferencia entre conservar tus fichas o perderlas. Analiza tanto tu juego como las posibles manos de tus oponentes, y así podrás maximizar tus posibilidades de ganar.