Como jugar
La varianza en el poker y cómo calcularla
Para alcanzar el éxito en el poker es fundamental adoptar una mentalidad a largo plazo. En este artículo descubrirá por qué, abordando temas como:
- La relación entre suerte y habilidad
- Qué es la varianza y por qué es relevante
- El lado negativo de la varianza
- Estrategias para que la varianza juegue a su favor
Suerte frente a habilidad
El poker se distingue por combinar factores de azar con el talento del jugador. Imagine enfrentarse en un cara a cara contra casi cualquier rival y hacer all-in sin mirar sus cartas: tendría cerca de un 40% de probabilidades de ganar.
Parece atractivo, ¿verdad? Sin embargo, si repitiera esa táctica continuamente, perdería el 60% de las veces, y a la larga terminaría en pérdidas.
¿Significa esto que todo depende de la habilidad? Tampoco. Incluso el mejor jugador del mundo, con una mano que estadísticamente tiene un 80% de posibilidades de victoria, no tiene asegurado el éxito en cada jugada.
Esa incertidumbre se conoce como varianza, y todo jugador de poker debe comprenderla para progresar en el juego.
La importancia de la varianza
A menudo la varianza se toma a broma en el poker, como una simple excusa para justificar malas rachas. Pero en realidad tiene una base matemática: en la vida real los resultados nunca son completamente predecibles y los eventos tienden a variar.
Un ejemplo claro es el dado de seis caras. La probabilidad de sacar un “2” es de 1 entre 6, pero en seis tiradas podría no aparecer nunca, o salir varias veces seguidas. Eso es la varianza en acción.
En poker, aunque una mano con un 80% de ventaja debería perder solo una de cada cinco veces, en la práctica podría perder dos, tres o incluso todas las veces. ¿Debería apostar igualmente? Sí, porque a largo plazo las matemáticas se equilibran y la estrategia sólida termina siendo rentable.
El aspecto negativo de la varianza
La estadística implica que incluso con buenas manos y un juego impecable, puede sufrir derrotas consecutivas. Muchos jugadores se desaniman en este punto, pierden confianza en su estrategia y empiezan a tomar decisiones impulsivas o a jugar de manera alocada.
El verdadero peligro no es la varianza en sí, sino cómo reacciona el jugador ante ella. Los profesionales lo tienen claro: la clave está en mantener la paciencia, jugar con disciplina y confiar en el proceso a largo plazo.
Cómo aprovechar la varianza a su favor
Conociendo el impacto de la varianza, es posible integrarla en su estrategia con simples hábitos:
- Gestión del bankroll: Juegue con apuestas adecuadas para resistir rachas negativas.
- Registro de resultados: Anotar sus sesiones le ayudará a mantener la perspectiva y evaluar el progreso real.
- Mantener la ventaja: Continúe estudiando teoría, conserve la calma y confíe en su juego.
También conviene tener en cuenta que la varianza depende de la modalidad. Por ejemplo, el No-limit Hold’em genera más varianza que el Limit Hold’em.
Incluso puede calcular su propia varianza para confirmar que sus resultados siguen la lógica matemática. Esto aporta tranquilidad y refuerza la visión a largo plazo: cada derrota lo acerca más a las ganancias esperadas.
Cómo calcular la varianza
Digamos que juega cinco sesiones de no-limit Hold'em y gana:
| 1 | 2 | 3 | 4 | 5 |
|---|---|---|---|---|
| 10 € | -6 € |
14 € |
-12 € |
7 € |
Su premio medio es 3 € por sesión (10 - 6 + 14 - 12 + 9) / 5 = 3).
Para calcular la varianza, vea lo lejos que cada sesión está de dicha media:
| 1 | 2 | 3 | 4 | 5 |
|---|---|---|---|---|
| 7 | 9 | 11 | 15 | 4 |
Luego cuadre los valores, súmelos y divida por el número de sesiones (cinco), luego haga la raíz cuadrada del resultado. En nuestro ejemplo es 9.9 €.
Así que aunque su premio medio es €3 por sesión, un resultado realista sería 9.9 € para arriba o para abajo.