El poker se ha convertido en uno de los juegos imprescindibles para el público en general. No solo por el factor suerte que lo hace impredecible, sino también por la gran carga mental que supone para los jugadores que lo practican. Esta disciplina no solo se ha ganado el título de deporte mental en algunos países en los que está muy arraigado, sino que se ha convertido en recurso para deportistas, participantes de otros juegos y para personas que quieren agilizar sus capacidades mentales. Y no solo hay un estudio que lo certifique. Cada vez aparecen más y más reputados.
Sin duda la capacidad para tomar decisiones es lo que más impacta de los naipes. La gran cantidad de factores y vertientes que hay que tener en cuenta en una partida es algo que requiere al jugador de saber elegir el camino correcto. Un solo fallo puede hacerte perder mucho dinero en cualquier torneo, mientras que un gran acierto puede llevarte a la gloria. Siempre sin olvidar que hay senderos bien elegidos y en los que la fortuna te puede jugar una mala pasada inesperada. Pero esto es así desde que el poker es poker y ha ayudado a conformar los caminos que han decidido tomar otros juegos.
Hay informes que indican que un ser humano suele tomar unas 35.000 decisiones a lo largo de un solo día, pero que tan solo un 1% de ellas se efectúan de manera consciente. La gran mayoría son elecciones que se realizan de manera automática y que nuestro cerebro las realiza sin que nos demos cuenta. Esto reduce el número de decisiones reales a unas 100 al día. En el poker este número puede ser mucho más elevado y con mayor razón en sesiones largas de juego, en las que se aborden varias mesas o varios torneos. Sin embargo, también hay resoluciones ya prestablecidas.
En la estrategia mental que hace nuestra cabeza, existen jugadas que se repiten y en las que conocemos exactamente lo que hacer. Eso nos ayuda a no agotar demasiado a nuestro cerebro con la presión a la que está sometido en un juego mental como este. O también en otras disciplinas como el ajedrez u otros juegos de cartas, en los que el poker ha sido capaz de influir a través de este modelo de toma de decisión.
En este sistema no se conocen todos los elementos (no sabemos las cartas de nuestros rivales, las cantidades que van a apostar, el tiempo que tardarán las ciegas en subir, etc.) y existe bastante incertidumbre, pero aun así el consejo es no cambiar de estrategia una vez que estás a la mitad de una jugada. ¿Comprobamos lo que ocurre en el resto de juegos?
Ajedrez
No vamos a descubrir a estas alturas las similitudes que existen entre el poker y el ajedrez, dos disciplinas con un origen similar, donde el control de las emociones es clave y la estrategia y toma de decisiones se antoja fundamental. Aprender a jugar ajedrez también es en parte aprender a jugar poker, y la prueba son la multitud de jugadores que se han deslizado de un juego al otro a lo largo de su historia.
Es cierto que en el modelo ajedrecista se conocen más variables y la estrategia puede amoldarse una vez que se prueba que no funciona, sin embargo, se mantiene la existencia de diferentes formas de ganar a la hora de la toma de decisiones. Los dos juegos son ricos en esto y en el análisis y anticipación de los movimientos del contrario. En eso el ajedrez ha tomado prestado mucho del poker.
Uno
Para quienes no lo conozcan, el Uno es un juego de cartas contemporáneo en el que el objetivo es quedarse sin cartas en la mano antes que el resto de los jugadores. Al igual que en el poker, los participantes deben buscar cartas que coincidan en número o en color para poder lanzar las suyas al tapete. Esto no se hace de manera desordenada sino en turnos y tiene mucho de juego mental. En este se podrían aplicar conceptos como el EV y otras fórmulas muy reconocidas en poker que evalúen los riesgos de entregar una carta u otra.
Puzles
La resolución de puzles también tiene que ver con el poker. En este caso no hay que obviar que la forma de resolverlos suele ser solo una, por lo tanto el reconocimiento del error y el cambio de estrategia son obligados. Pero en la manera de poder llegar a él incide especialmente la mentalidad del jugador de cartas o de poker.
Las personas podemos obtener de cada modelo de juego una técnica diferente que nos pueda ayudar en nuestra toma de decisiones cotidiana del día a día. Normalmente suele predominar la del poker por su mayor apertura, aunque esto depende de cada uno. Lo que está claro es que siempre nos llevamos un pedacito de poker con nosotros. Los que hemos jugado, lo sabemos bien.