El poker es un juego en el que la fortuna y el azar tienen un importante porcentaje de participación. Esta es una idea sobre la que siempre incidimos cuando vamos a explicar algo relacionado con la estadística y las matemáticas. Es importante tenerlo en cuenta para no caer en el error de pensar que las cosas siempre saldrán como esperamos. La conexión de los naipes con las cifras y números se deja entrever en varias direcciones. Las matemáticas son una ciencia y la ciencia tiene sus propias teorías que se traducen en fórmulas. Pues el poker también las tiene.

Esto es algo en lo que cualquier coach de poker incide a la hora de entrenar a sus chicos. Porque también está obligado a hacerlo en esta dirección. Quizá en los torneos de poker en vivo se necesite algo menos de preparación en este sentido, pues es un estilo de poker más visceral y en el que las sensaciones tienen un gran peso. Sin embargo, por sus características, el poker online obliga a manejar términos como el “Valor Esperado”, “Expected Value” en inglés y que se representa con las siglas EV. Tendrás que elegir entre cash games o MTT cuando empieces a jugar, pero el EV lo vas a tener presente de igual forma.

El valor esperado representa la cantidad de dinero o de fichas que deberíamos perder o ganar en una situación concreta de una partida de poker. Evidentemente el EV depende de diversas variables que lo condicionan, como el rango del jugador, el rango de la mano o la situación de la mesa y de los stacks. Todo eso hará que varíe. Es decir, el EV va cambiando de forma constante según la mano en la que nos encontremos y tendremos que calcularla en cada momento para llegar a tomar nuestras decisiones. Sin embargo, es tan molesta en algunas ocasiones como eficaz.

Lo mejor es verlo con un ejemplo en la variante Texas Holdem, que será a la que más habituados estaremos. Imaginemos que nos encontramos al inicio de una mano en la que somos la ciega grande de 50€, y que uno de los jugadores decide hacer all-in en el pre-flop a la desesperada abriendo un bote de 100€. Tu stack es de unas 10 big blinds y en tu mano tienes una espectacular pareja de ases, que suele tener un porcentaje de ganancia en estos casos de un 80% aproximadamente. Si ganas te adjudicas 200€ y si no resultas vencedor pierdes los 50€ de la ciega más los otros 50€ del call.

La fórmula del EV multiplica la probabilidad de ganar (en decimales) por la cantidad que puedes ganar y al resultado le resta la probabilidad de perder (en decimales) multiplicada por el monto que has puesto en riesgo. En este ejemplo concreto la fórmula se aplicaría de esta manera: (0.8×200) – (0.2×100). El resultado sería 160 – 20, lo que daría un resultado de 140 euros. La traducción de esto es que por cada mano de iguales condiciones que esta, el jugador ganaría de promedio a largo plazo unos 140€. Y ya avisamos de antemano que a corto plazo es algo que quizá no es tan fácil de demostrar.

Siempre que el EV de un número positivo significa que la decisión tomada está en buen camino, mientras que si su resultado es negativo debes huir de ella. A partir de esto, cualquier jugador puede ir desarrollando su estrategia teniendo en cuenta los resultados que va obteniendo con cada adversario. Porque también el tipo de contrincante tiene su peso en este concepto. Estudiarlo y tener muy presente su forma de jugar es algo clave para poder saber qué hacer en cada mano frente a frente. Subir, pagar, pasar o foldear. Imagínate la situación y haz tus cálculos cuando tengas dudas para saber lo que puedes hacer y lo que no.

Quizá ahora te parezca una lata el tener que estar calculando de forma constante y en cada mano lo que va a pasar. No tienes que hacerlo siempre, pues habrá jugadas en las que la estrategia marque una forma de actuar muy clara y en la que no necesitas recurrir a ninguna fórmula matemática. Pero en otras, en las que la partida se complique de verdad y te juegues en cada baza la permanencia en ella, quizá valga la pena tirar de cálculo mental o de papel y bolígrafo, dado el caso.

Verás que el valor esperado ha calado muy hondo en tu idea sobre el poker cuando seas capaz de utilizarla y modificarla según cuál sea el rango del rival. No es lo mismo enfrentarte a alguien que juega muy soft y que piensa detenidamente qué hacer con cada mano, que un contrincante muy agresivo y que abra una cantidad muy alta de botes. En esos casos es en los que más útil te puede llegar a resultar el EV. Incluso puedes hacerte tus propias tablas y tus propios patrones y memorizarlos para cuando te pongas a jugar.

Para los despistados, sobra decir que habrá que tener muy presentes las manos oficiales de poker para poder desarrollarla, además de una buena experiencia en mesas que te haga tener una visión mucho más global del poker en sí. Si quieres ser un profesional, dominar este tipo de conceptos es fundamental.

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