El poker es un juego que en ocasiones te somete a situaciones que te pueden llevar al límite. La parte buena es que puedes llegar a desarrollar unas capacidades tremendas, al margen del beneficio de ganar dinero. Pero todo ese proceso conlleva un esfuerzo. Un esfuerzo que nos puede trastocar el ritmo normal de un día a día saludable junto al poker, con sus descansos, sus hábitos normales y el control de las situaciones que todo pro quiere tener en sus partidas. Y en esas jornadas debes asegurarte el tener un buen conocimiento y unas buenas bases de cómo mantener la calma, sino todo puede acabar en desastre.
Pero en la mecánica del juego hay una situación que quizá es la más extrema posible de todas. El coinflip. Este término equivale a lanzar una moneda al aire, su significado literal, que en poker vendría a ser jugarse el todo por el todo en una mano en la que se tiene el 50% de posibilidades de ganar y el 50% de opciones de perder. Hemos visto grandes manos en algunos de los mejores circuitos de poker del mundo que se han resuelto en all-in muy igualados en texas holdem poker. Y es por esos momentos por lo que el poker en vivo es tremendamente emocionante.
Pero en los torneos en línea también se dan esas situaciones de nervios, solo que se viven en la intimidad detrás de la pantalla de cada jugador. Ahí es donde cada usuario tiene la libertad de elegir entre poker en vivo y online, pues cada cual tiene sus ventajas e inconvenientes. Pero lo que es irrebatible es que el all-in es una situación extrema y difícil, y si encima nos topamos con un coinflip rematamos la faena. Puedes estar jugándote gran parte de tus posibilidades en ellos o directamente todas tus posibilidades. Por eso es que es necesario desgranar cómo actuar en estos casos.
Lo principal y más básico es saber reconocer un coinflip cuando estamos ante él o se puede producir. Hay jugadores que tiene predilección por unas jugadas en concreto y se lanzan con todo por impulsos a por una buena pila de fichas. Ahí pierdes el control y dependes del azar en su máxima expresión. Este tipo de decisiones pueden ser meditadas, porque si las bazas de los usuarios no están equilibradas lo que estaremos haciendo es regalar nuestro dinero. Hay que tirar de probabilidades y pensar fríamente en si de verdad estamos en un momento similar al del contrincante. Si vale la pena.
Y una vez que reconozcamos este tipo de situaciones, la recomendación general es huir lo máximo posible de estas situaciones. No solo generan un estrés en el jugador que puede llegar a pagarse en bazas posteriores, sino que condicionan toda la partida y la mesa, ya sea para bien o para mal. Si la posición en la mesa o la imagen que estamos proyectando en nuestros adversarios no nos dejan más remedio que enfrentarnos a un coinflip debemos hacerlo. Pero solo en esos casos extremos. Cualquier inversor de poker te recomendará que en esas situaciones no te pongas en riesgo.
Pero en el caso de no tener más remedio, hay algo clave y es ser el que lleve la iniciativa. Y llevar la iniciativa significa apostar. Si eres tú el que lleva la voz cantante tendrás una ventaja sobre el que se encuentra en frente y es por eso que podrás obligarlo a foldear. Si por el contrario es él quien te empuja a llegar al all-in, entonces estás perdiendo esa oportunidad. Generar por ti mismo el coinflip te ayudará a tener seguridad y a ser capaz de tener una mejor capacidad de análisis, no solo en el momento de la acción sino a posteriori. Yo fui el que llegué a esto, nadie me obligó.
Y centrados ya en lo que es el juego en sí, el mejor consejo es no confiar en los ases del rival. Si la baza a la que nos enfrentamos da síntomas de contener un as estaremos en aprietos, puesto que cualquier pareja inferior que podamos ligar tendrá desventaja. Otra cosa es que consigamos la fuerza de una pareja en mano, la cual nos dará mucho empaque frente a alguien que se puede quedar esperando por una carta que nunca llegue.
Después del coinflip, si resultas ganador, analiza bien la situación en la que quedas en la mesa y no te precipites. Introducirte en otra nueva mano con decisiones difíciles no es algo necesario. Pero si resultas perdedor eso no significa que hayas jugado mal. Después, en tu “laboratorio” de poker particular, podrás verlo con detenimiento y sacar unas conclusiones que te ayuden con tu juego y tu estrategia la próxima vez.
Los all-in equitativos no hay ninguna duda de que pueden llegar a ser una pesadilla para los jugadores, pero para el público son toda una fuente de adrenalina que traspasa cualquier pantalla. Recomendamos recordar algunos de los más famosos.