Todos los detalles son clave cuando estamos jugando al poker. Cuidar cada jugada, cada movimiento y cada acción que llevemos a cabo en la mesa nos puede llegar a dar un rédito que ni si quiera imaginamos. No hay que llegar al extremo de estar incómodo o demasiado preocupado por las pequeñas cosas, pero sí ponerles un poco de atención. Una de ellas es la de mostrar las cartas al final de una mano. Algo muy habitual en Texas Holdem, pero que quizá haya que analizar más a fondo pues podemos encontrar en ello una gran fuente de datos que nos ayuden a ganar partidas en el futuro.

Lo primero que hay que decir es que el showdown es ese momento de la partida en el que los jugadores que han aguantado con sus cartas hasta la última calle deben mostrar sus manos. ¿Es obligatorio en todos los casos? Ahí está la clave. Si has sido el último en apostar sí que tienes el deber de mostrarlas según las reglas del poker. Si por el contrario fue tu rival, puedes ocultarlas o “muckearlas”, como popularmente se dice. Y en el caso de que no haya ninguna apuesta, el primer jugador en mostrar es el que esté más cerca a la izquierda del botón.

Esto es muy importante, puesto que podemos desorientarnos a la hora de tener en cuenta quién debe jugar primero, sobre todo si somos jugadores sin mucha experiencia. Una vez que la jugada esté hecha no habrá vuelta atrás. El dealer no tendrá piedad ni aceptará un reproche, ya que el ejecutar las cosas bien en la mesa está dentro de los deberes del croupier.

En cualquier caso, dentro de cada plataforma de juego en línea podremos decidir si mostrar nuestras cartas o no en las situaciones en las que se pueda hacer. Está dentro de las preferencias automáticas que permite un juego como el poker.

¿Pero tan importante es el hecho de enseñar las cartas? Lo es. En el poker la información es poder y el poder puede darte más posibilidades de ganar. No es una afirmación que esté dentro de una lista de frases célebres de poker, pero no deja de ser menos cierta que otras que han tenido más repercusión. Al mostrar nuestra baza nos decimos muchas cosas a nosotros mismos, ya que podremos comprobar la forma en la que hemos jugado y ejecutado nuestra estrategia. Pero también se lo diremos a los adversarios, que de esa manera sabrán de mejor forma qué tipo de jugador somos.

Lo que hay que tener en cuenta principalmente para tomar nuestra decisión es si el jugador o jugadores con los que vamos a enfrentar las manos son usuarios reflexivos. Es decir, si son contendientes capaces de realizarse preguntas en silencio y analizar por qué hemos mostrado nuestras cartas si íbamos de farol, por ejemplo. Esa clase de oponente es de los más peligrosos puesto que será capaz de observarnos y sacar un patrón por el cual sepa con mayor exactitud cuando vamos en serio en la jugada y cuando no.

También nos podemos encontrar con el caso contrario: un jugador que tiene su estrategia bien definida y que pase lo que pase la va a ejecutar, independientemente de las situaciones que se den en la mesa. En ese caso no hay peligro de enseñar nuestras cartas, pues hayamos ido de farol o no, eso a él no le importará en absoluto… la próxima vez procederá probablemente de la misma manera. Eso sí, el resto de los jugadores que han decidido foldear tendrán los dos ojos puestos sobre ti. Ten en cuenta que ellos también te analizan y con más frialdad aún, puesto que no están siendo partícipes de la jugada y por tanto no tienen estímulos que desvíen su atención.

Y otro aspecto clave es la reacción que tengan los rivales al ver tus cartas o al comprobar que prefieres hacer “muck”. Si su reacción es más sentimental que lógica, estaremos extrayendo una ventaja a tener en cuenta en las próximos cara a cara, pues si tenemos la frialdad suficiente podremos engañarle en las siguientes rondas según nuestra conveniencia. Si por el contrario tiene una actitud reflexiva y no se inmuta, podemos estar en problemas.

Visto con un ejemplo, si tenemos una mano de corte medio, una baza del estilo de una doble pareja al final del river y un oponente que nos ha apostado en todas las calles pero que se retira automáticamente nada más afrontar la última ronda de apuestas, eso querrá decir que no ha conseguido ligar sus cartas y que ha intentado que foldeáramos sin éxito. Ahí nos está mostrando a quién nos enfrentamos y al no mostrar nuestras cartas estaremos proyectando fortaleza.

Aunque en el poker en vivo puedan resultar más ventajosas estas situaciones al poder ver los gestos de los usuarios, en el poker online también hay patrones de comportamiento comunes que podemos aprovechar en una partida larga. Y esto también es destacable. Saber si tienes la habilidad de poder anticiparte a cómo va a reaccionar el contrario y el adaptar el mostrar las cartas o no a largo plazo, no solo en una baza concreta.

Compartir.

Comments are closed.