En el mundo del poker actual existen muchos recursos que los jugadores pueden utilizar e incorporar a su estrategia de juego para tratar de conseguir ganancias. De hecho, la labor de un verdadero profesional es la de ser capaz de enfrentarse a todas las situaciones que se le presenten, ya sean más o menos favorables. Si haces un repaso por los posts de nuestra plataforma vas a poder darte cuenta de que muchas de estas herramientas son parte de la estrategia preflop. Sin embargo, las hay para toda clase de fases de una mano. Y aquí vamos a analizar las más rentables.

En este caso vamos a hablar de las free cards o cartas gratuitas en el poker. Una free card podría definirse como una carta del board que vemos sin necesidad de apostar y como fruto de un check. Al hablar de pasar es posible que a muchos jugadores les haya saltado una alarma con el letrero “jugador débil”. Y es que entre usuarios recreacionales, o que no hace tanto que están inmersos en este juego de cartas, el movimiento de checkear puede mostrar debilidad. Pero en el poker profesional no siempre es así, hasta el punto de que la búsqueda de una carta gratis es bastante habitual.

Antes de nada, queremos dejarte claro que lo que vamos a resaltar va a ser parte de la variante Texas Holdem por el hecho de ser la más popular. Y que en situaciones de uno contra uno o heads up es preferible no utilizar las free cards. Tampoco en torneos en los que se juegue con stacks muy altos o con apuestas cuantiosas, y ahora veremos por qué.

Como muestra, un ejemplo de carta gratis sería un jugador con A-9 que en un board de Q-10-8 decide checkear ante la poca predisposición a apostar del resto de contrincantes de la mesa. En este caso, la carta del turn no lleva coste, pues se ve sin haber tenido que aportar más fichas al bote.

Las virtudes de la free card

La principal ventaja de la carta gratis es precisamente la que hemos comentado por definición, que permite ver la carta de la siguiente calle sin tener que aportar más dinero al bote en mesa. Y esta última es otra de sus características, el hecho de que los pots no van a dispararse en número de fichas y eso reducirá nuestras pérdidas en caso de que la mano nos resulte desfavorable. Esto nos vendrá muy bien en partidas con un stack corto y en el que hemos tenido que pagar ciegas de manera obligatoria.

Ligado precisamente a la reducción de los botes, también va el hecho de que limitamos mucho a aquellos jugadores que quieran ir de farol. El acto de que las apuestas no supongan un gran perjuicio para los participantes provoca que puedan entrar pagando sin necesidad de representar la mano que no tienen. Si hacemos que los botes sean pagables, podemos quitarnos de en medio a algún jugador imprevisible y al que no consigamos situar del todo. Bien porque cambia constantemente de forma de juego o bien porque se acerca al perfil de maniac.

Incluso la free card puede valer como elemento para distraer al adversario. Ante un flop del tipo 10-9-7 con dos corazones y un trébol y una mano inicial de Q-Q, lanzarse a una subida quizá no sea la mejor opción a largo plazo. No vas a poder sacar mucha información en este escenario, por lo que la búsqueda una carta gratis resultará interesante.

Y en el caso de que se ligue una monster hand hay menos dudas del uso de la free card, pues el jugador que la posee no va a querer espantar a sus rivales con una subida que los haga retirarse. Ante la presencia de un bote relativamente pequeño, checkear con posición se antoja fundamental para golpear el dinero de los oponentes.

Los inconvenientes de la free card

Al igual que la free card nos permitía minimizar las pérdidas en caso de que estas se produjeran, también minimiza las ganancias por el hecho de que el pot sea pequeño. Por lo tanto, en términos de varianza va a ser una variable que no va a provocar grandes cambios en ella. Si esto es bueno o malo lo marcará nuestro volumen de beneficios y la salud de nuestro bankroll.

Las cartas gratis nos pueden ayudar a nosotros a ligar una mano que no estaba tan clara tras el desarrollo del flop, pero inevitablemente también permite a tu rival ligar una mano con mayor facilidad. Lo positivo en este sentido es que siempre nos quedará el river para bajarnos de una situación que nos parezca peligrosa. Tratar de medir la fortaleza de nuestras cartas y de las suyas será la clave para tomar una buena decisión.

Por eso es importante asegurarse de que el uso de la free card es compatible con nuestra forma de juego y que nos puede beneficiar más de lo que nos perjudica.

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