En el mundo del poker se pueden llegar a crear relaciones muy estrechas e interesantes entre jugadores. Aunque sea una actividad individual y en la que se priorice el éxito de cada uno, muchas amistades se forjan precisamente como fruto de recorrer ese duro camino hacia el éxito. Los propios jugadores profesionales lo destacan como una de las grandes facetas de jugar campeonatos. Los buenos ratos con los amigos no tienen precio. Y si eres capaz de aprender con ellos mucho mejor. Y de eso es lo que habla “Deal”, uno de esos largometrajes que podríamos haber incluido en nuestra selección de películas de poker sin problema.

La película Deal cuenta la historia de un joven universitario que tiene unas grandes dotes para el poker y que se deja aconsejar por todo un ex profesional y maestro de los naipes para que le ayude a llegar a lo más alto. Los caminos los llevarán en el futuro a ser rivales dentro de la partida más importante de sus vidas, pero sin duda que en esta película queda latente ese dicho popular de que el alumno puede llegar a superar al maestro. Si se acaba confirmando o no es algo que los cinéfilos tendrán que comprobar por sí mismos si aún no la han visto.

El exactor y también director Gil Cates Jr. se encarga de desgranar a la perfección la preparación de un jugador de cara a un gran torneo. Desde que el personaje protagonizado por Burt Reynolds ofrece a Alex, a quien encarna Bret Harrison, financiarle para que llegue a las series mundiales de poker, hasta el gran trabajo que realizan ambos revisando cientos y cientos de jugadas. En una época como la de 2008 en la que el póker comenzaba a sacar la cabeza en la sociedad del entretenimiento, sin duda es una grabación que ayuda a comprender mucho más el día a día que rodea a los jugadores.

Incluso realiza una buena labor para instruir al espectador en la tarea de aprender las reglas del poker. En el principio de la cinta los conceptos básicos quedan muy claros, con una explicación muy sencilla sobre el Texas y el funcionamiento del juego. Está claro que los conocimientos primarios deben estar en tu cabeza si quieres entender el trasfondo de la película, pero siempre es de agradecer que el productor busque que el que la está viendo pueda tener una idea más clara de qué es una buena jugada en el poker y que no. Además de hacer un claro guiño a los torneos en línea.

No hay muchas creaciones que se hayan interesado demasiado en sumergirse en el póker online, a pesar de que la temática sea de naipes y juego de cartas. La mayoría están basadas en eventos en vivo, que es la parte del jugador profesional que cualquiera conoce. Pero Deal lo primero que hace es mostrar como un chico habituado a jugar a través de la red en salas de poker termina logrando el pase al evento principal de las series mundiales, después de ser el ganador de lo que hoy en día se llamaría un evento satélite. Así es como muchos usuarios recreacionales o no tan reconocidos acceden a los grandes circuitos.

Aunque sin duda lo que más destaca es esa labor de coach que realiza Tommy Vinson, el cual ya no puede jugar por una situación personal pero que sueña con que Alex lo haga por él. Probablemente Gil Cates jamás se habría imaginado que el concepto de entrenador se pondría tan de moda más de una década después en formato online. Al igual que muestra con total normalidad la inversión que unos jugadores de poker pueden hacer en otros, financiándoles y después adjudicándose un porcentaje de sus resultados. Otra actividad que se practica mucho hoy en día, pero que se trata con algo de oscurantismo en parte de la sociedad.

Y sin lugar a duda, lo que es un fiel reflejo de lo que ocurre a día de hoy es la cobertura que hace la televisión de los torneos de poker en vivo, con nuestro adorado Mike Sexton interpretándose a sí mismo como comentarista de las finales. Al más puro estilo World Poker Tour, la mesa final se llena de glamour y de ese ambiente que se crea alrededor de los campeonatos más importantes del mundo. Incluso con los casinos de Las Vegas pasa algo similar en la película. En realidad, no le falta detalle, por muy básica que pueda ser la trama.

Incluso sorprende lo mucho que incide el personaje en que su pupilo sea capaz de identificar qué clase de mano llevan encima sus adversarios. La creación de la imagen de un rival en la mesa es algo fundamental para cualquiera que quiera ser profesional, al igual que los cambios de estrategias que todo usuario debe abordar para no resultar predecible frente al resto. La competitividad es enorme en este mundo, las ganancias dependen de las pérdidas del resto y el superarse a sí mismo es algo en lo que Deal puede ayudarte.

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