Todo en la vida tiene un comienzo y el poker no podía ser menos. Este juego se remonta a muchos siglos atrás, y como suele ocurrir con los juegos de azar y de cartas no hay un consenso total en torno al lugar exacto donde surgió. Lo que nadie puede discutir es que hay tipos que han hecho mucho por la promoción del poker y por su expansión hasta llegar a personas de todas las edades. Sin ellos esta disciplina no podría estar buscando hoy ser considerada como deporte mental, ni tampoco podría haberse expandido en línea como ha conseguido. Eso es gracias a aquellos que han enseñado cómo jugar poker, entre otras cosas.

En la lista de personajes históricos que han contribuido a que todo esto sea posible hay varios nombres a destacar y de los que resulta muy interesante conocer sus raíces. Doyle Brunson o Johnny Moss son buenos ejemplos junto a nuestro añorado Mike Sexton sin el cual no podríamos estar escribiendo estas líneas. Pero en esta oportunidad nos vamos a fijar en un tipo tan peculiar como lo era Amarillo Slim. Un jugador de categoría y que hizo mucho por el bien del poker. Toda su vida se dedicó por y para este juego.

Su nombre original es Thomas Austin Preston, aunque en su nacimiento en la ciudad de Johnson en Arkansas tuvo que recibir el apodo de Jr. para diferenciarse de su padre. Un padre divorciado mudado al poblado texano de Amarillo, del que posteriormente saldría un sobrenombre que le acompañó para el resto de sus días. Lo de Slim seguramente se lo ganó por su figura delgada y por lo estrafalario de su forma de vestir. Siempre con su sombrero de copa, su camisa con corbata y botas. Cualquiera en la cantina podía confundirlo con un primo. Pero de eso no tenía nada.

“Mira alrededor de la mesa. Si no ves al primo, es que el primo eres tú”, pronunció en una de sus frases históricas más icónicas y que quedarán para siempre en la memoria del poker. Hay más pero esta define a la perfección como hacía sentir Preston a sus contrincantes desde que era pequeño y solo un aprendiz con las cartas. El atuendo era parte de su imagen y su personalidad. Lo que quería que los demás pensaran de él es que era una presa fácil a la que desplumar y entonces ahí estaban cavando su propia tumba sin saberlo. Porque Amarillo era muy bueno en las matemáticas y lo aplicó al poker.

Gran parte de lo que sabemos de estrategia de poker hoy es gracias a tipos como Slim. Entre otras cosas porque dejó sus vivencias escritas en libros que ahora se han convertido en obras maestras y también porque colaboró con otros compañeros en la publicación de manuscritos donde se desgranaba todo lo que se debía saber sobre poker. Un gran influyente en el devenir del Texas Holdem, pues él hizo saltar a la fama esta variante en Las Vegas en los años 60. Entonces ya era adulto y se ganaba la vida recorriendo los casinos de Estados Unidos.

Brunson fue su fiel acompañante que lo siguió a todas partes y entre los dos lograron objetivos inimaginables. Amarillo podría considerarse como el mejor apostador de la historia del juego y no tanto por sus premios. Añorados son sus cuatro brazaletes de las Series Mundiales de Poker. Los de 1972 y 1974 en torneos sin límite y los de 1985 y 1990 con límite y en variante Omaha. En las series inaugurales de 1970 también estuvo presente como uno de los grandes instigadores de torneos, pues posteriormente a su cargo estuvieron la Super Bowl of Poker o el Annual Poker Classic. ¿Y no era por todo esto?

La realidad es que en sus años de viajes prolongados por casinos norteamericanos se destapó como ganador de apuestas bastante locas y que no tenían que ver con el poker. Surgían en las mesas durante el juego, pero no eran relacionadas con las cartas. Amarillo Slim compitió en una carrera de 100 metros con un caballo, se enfrentó a un jugador profesional de billar con una escoba como taco, se las vió con un as del tenis de mesa jugando con una botella como raqueta, y hasta deslizó una bola de golf sobre un lago helado para vencer una apuesta de longitud.

Tenía inteligencia y eso es innegable, pues sino no habría podido ganar algunos de los torneos más importantes del mundo del poker, con resultados finales de más de medio millón de dólares de ganancias. Y por ello ingresó al Salón de la Fama del Poker y estuvo muy cerca de tener una película en su honor por parte de Hollywood, que finalmente se canceló.

A los 83 años de edad falleció en 2012 debido a un cáncer y el mundo de los naipes se lanzó a sus pies con muestras de respeto y admiración. Lo merece por todo lo que consiguió y por su afán de compartirlo con los demás. Otro grande de esto del poker.

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