Hay una frase que hemos repetido de manera recurrente en esta serie de artículos destinados a nuestros jugadores: un buen jugador debe dominar todos los aspectos del juego. Es evidente que en un mundillo que ha avanzado tanto y con adversarios tan preparados en las mesas eso no es nada fácil. La sabiduría para manejar las situaciones y detectar el peligro o la oportunidad solo te la puede brindar la experiencia. Por ello no hay que agobiarse si al principio no se obtienen los resultados deseados. Pero tampoco hay que lanzarse a las mesas sin una idea de juego. Los extremos no suelen llevarse bien con el poker.

No obstante, seguimos repasando conceptos y no nos podemos dejar de lado el del kicker. Este es un elemento que no forma parte del ranking de manos de poker como tal, pero tiene una gran similitud con respecto a la carta alta. De hecho, el kicker se define como una carta de acompañamiento en una mano, lo que le asemeja directamente con la denominada high card. Y a pesar de que no forma parte del núcleo duro y fuerte de la baza, sí que puede resultar determinante en caso de empate con otro jugador. Y los empates también existen en este juego.

Las manos de poker están formadas por cinco cartas, por lo que aquellas jugadas que requieran de cinco naipes para conformarse carecerán de kicker. Es el caso de todas las escaleras, el full house o el color. El poker sí que puede llevar un kicker, aunque en principio es estéril ya que dos jugadores no pueden poseer las mismas cuatro cartas de un mismo número (tan solo sí las cuatro aparecen en el board). Pero en parejas, dobles parejas y tríos sí que puede haber un kicker, por eso manejarlos es clave.

Más aún en una variante como el Texas Holdem donde son pocas las cartas que poseemos en mano en comparación con otras variantes de poker. Por ejemplo, una mano del tipo 8-8-6-6-J supera a otra 8-8-6-6-7 debido al mayor valor de la carta de acompañamiento. En la jerga del poker se considera que el jugador con la mano ganadora está dominando al contrario. Y esto puede suceder también durante el transcurso de las calles cuando todavía no se ha llegado al showdown. Una mano AK estaría dominando a una AJ, aunque todo esto siempre va a depender del contexto y la situación.

¿Qué clase de jugadores suelen sufrir más con el kicker? Los jugadores amateur o que menos experiencia tienen. La razón es que estos usuarios suelen tratar de abrir muchas manos con el fin de sentir esa adrenalina de cada carta y no cerrarse puertas. Pero lo cierto es que el poker funciona de otra manera. Una estrategia bien pulida y en la que se jueguen bastantes manos con sentido puede ser beneficiosa, pero si se juega simplemente por ver qué pasa, el kicker nos puede hacer perder mucho dinero. Sobre todo, en partidas donde se requiere un buen manejo del coinflip y de la influencia de la suerte.

Una vez entendido esto pasamos a la práctica y avisamos sobre los peligros del kicker y sus efectos. Y el principal es el de no exceder los tamaños de apuesta. Un jugador medio con la top pair y el top kicker suele meter fichas en un par de calles e incluso tres llegando a raisear en alguna de ellas. Si la fortuna no te ha sonreído tanto, no te arriesgues a sufrir un bad beat y opta por pagar más que por subir. Incluso puedes checkear en alguna ocasión cuando no te importe en exceso mostrarte débil.

Relacionado también con el tamaño de las apuestas está el hecho de jugar fuera de posición. En esta clase de jugadas es clave ser cauto, ya que partes con desventaja desde el inicio y es fácil que tu mano pase a ser dominada por culpa del kicker. No apuestes en todas las calles y trata de que no te pillen con un bote en el que hayas metido muchas fichas y te hagan un raise que te haga dudar de si foldear o no.

Y con la carta que debemos tener especial cuidado es con el as. El as suele cegar a jugadores que acaban de empezar a jugar y provoca que apuesten en situaciones que no tienen demasiado sentido. El as es una buena baza, pero no es garantía de victoria. Además, el kicker acompañante es clave pues no es igual un A-J que un A-6. Las vigilancias preflop de estas jugadas te pueden salvar de caer en las redes de un contrincante muy agresivo que pueda devorar tus fichas. Dependiendo del rango del rival y la lectura que hagamos de sus cartas, será conveniente apostar o no.

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