Si quieres llegar a ser un gran jugador de torneos de poker en línea, debes concienciarte de que en este juego no hay nada escrito. No hay ningún tipo de estrategia que te pueda asegurar buenos resultados, ni si quiera aquellas que tratan de medirlo todo al milímetro. Hay factores que te ayudarán a ganar, pero no que te aseguren la victoria. Esto es algo muy típico en el mundillo del poker, pero que no deja de ser cierto. Entre esa serie de características a tener muy en cuenta están los rivales. Conocerlos e identificarlos te permitirá hacerte una imagen previa de cada cual nada más sentarte en la mesa. Y eso es fundamental.
A grandes rasgos y sin ir con demasiado detalle a las reglas del poker, podemos identificar dos tipos de jugadores. Los que abren muchas manos y en ocasiones se exceden y los que prefieren guardarse y optimizar su stack lo máximo posible. ¿Tan sencillo como eso? Sí. Pero eso no quita que dentro de cada grupo haya varias subcategorías. Como cada estilo de juego es un mundo, cada jugador también lo es. En toda clasificación hay un espectro de blancos, negros y grises que debemos analizar. Y eso es lo que vamos a hacer: darte tips para que puedas mejorar tu juego frente a cada tipo de jugadores.
Los jugadores tight
Cuando nos referimos a jugadores tight, nos referimos a jugadores cuyo estilo de juego es bastante cerrado. Esto se identifica con que juega pocas manos y no se esfuerza demasiado en proporcionar acción en la mesa. Su mejor representación es la del jugador tight-pasivo, en la que se añade una forma de jugar pasiva como bien dice su nombre. Estos usuarios pueden llegar a desesperar hasta al repartidor. Dentro de las funciones del crupier no está lo suficientemente bien pagado aguantarlos.
No les importa ceder fichas, lo que tratan sobre todo es de no jugar manos que no son necesarias. Apenas sufren cambios drásticos en sus ganancias o pérdidas. Solo apostarán cuando puedan asegurarse de que llevan la mejor mano de la mesa, y quizá puedan darse algún pequeño homenaje en las primeras calles. Después volverán a desaparecer. Nuestra oportunidad con ellos es la de robarle muchas ciegas y presionarles, sobre todo si nos situamos a su izquierda. Y si lo vemos apostar con fuerza, mejor foldear.
Dentro de este grupo podemos destacar al jugador denominado como roca, que seguramente es la versión más extrema de este tipo de jugador. Nunca arriesgan una ficha por nada del mundo y tienen todas sus jugadas muy meditadas. En cambio los jugadores nit son menos extremos y algo más viscerales. Son capaces de apostar fuerte preflop, pero después se arrepienten y tiran las cartas. Pueden llegar a desesperarte en exceso.
Dentro de los tight también identificamos a los TAG, o lo que es lo mismo, los tight-agresivos. Es sin duda el grupo de jugadores más complicado de batir y al que pertenecen muchos profesionales del poker hoy en día. Eligen muy bien las manos en las que ser agresivos, y cuando las identifican como tal ponen toda la carne en el asador para ganarlas. Pueden hacer grandes subidas y re-checkear en varias calles de una mano que saben que tienen ganada. Es obvio que no todos los miembros de esta categoría son buenos. Los habrá débiles en cuanto a resultados. Pero lo que te podemos asegurar es que si ves una mesa con varios TAG, lo mejor es levantarse.
Los jugadores loose
Vamos ahora al otro extremo de la baraja: el jugador loose. Un tipo que no tiene miedo a nada, no es temeroso, no tiene problema en aprovechar las ventajas de ser más rápido en poker y asumir también sus riesgos, y que trata las subidas y bajadas de stack como “cosas que pasan”. Complicado valorar si quedarte a jugar con ellos o no (con alguna clase de jugadores tendremos que hacerlo al fin y al cabo), pero eso depende de lo que creas que es mejor para ti y tu estrategia.
Quizá con los que sí que debamos quedarnos en mesa es con los loose-pasivo. Este tipo de jugador se identifica con un usuario recreacional y que juega simplemente por diversión. No les importa que les limpien el stack con facilidad, quieren acción y por eso juegan el mayor número de manos posibles. Incluso en aquellas en las que no tengan apenas probabilidad de llevarse el bote serán capaces de llevar la voz cantante. Son de los que más aspiran a que la suerte y el azar les sonrían, aunque si tienen en frente a un buen jugador su billetera lo acabará notando. Olvida tirar muchos faroles porque te obligarán a llegar hasta el final.
Algo que también tendrás que tener en cuenta con los LAG, o lo que es lo mismo, los loose-agresivo. Esta clase de jugador fue muy abundante en épocas pasadas, además siendo muy rentable y dominando el tipo de juego previo a los últimos años del siglo XX. Sin embargo, su tipo de juego va pasando de moda con el tiempo. Ponen demasiada fuerza a sus manos, las juegan con intensidad y presionando mucho. Eso les permite aumentar sus fichas con rapidez y liderar la mesa, pero a la hora de la verdad esto puede perjudicarles en un torneo eliminatorio.
No llegan a ser jugadores maníacos, pero se acercan bastante a ellos. Digamos que tienen un punto de control que el maníaco no tiene. Esta es la versión más extrema del LAG, capaz de todo en un solo segundo y con poca probabilidad de ganar a largo plazo. Peligroso también y dispuesto a guerrear por una buena pila de fichas.
¿Hay versiones más rentables que otras? Todo depende de ti y de la estrategia que tengas en mente. Ten en cuenta esta clasificación y juega en consecuencia.